Aunque bastante ignorada en el momento de su estreno, esta adaptación del clásico de Mary Shelley dirigida y co-protagonizada por Kenneth Branagh, secundado por Robert De Niro y Helena Bonham Carter, merece ser recordada por la fastuosidad de su puesta en escena y su espectacular conexión con el espíritu del romanticismo.
Sed de mal
Orson Welles escribió, dirigió y asumió uno de los papeles principales de esta extraordinaria película, en más de un sentido auténtico canto del cisne del cine negro clásico, y una de sus obras más poderosas, bellas y personales. Charlton Heston, Janet Leigh y Akim Tamiroff, sus compañeros de reparto, también estuvieron a la altura.