Uno de los mejores trabajos de Martin Scorsese y de su actor fetiche, Robert De Niro, fue esta apasionante inmersión en el sórdido mundo del boxeo a través del retrato del personaje real de Jake La Motta, un púgil protagonista de uno de esos densos descensos a los infiernos de la corrupción tan queridos por su autor.
El Padrino III
El final de la saga de los Corleone, brindado por su mismo realizador, Francis Ford Coppola, en un film que no desmerece del resto de la serie y que recopila muchos de su grandes aciertos: desde un suntuoso tono melodramático, a medio camino entre lo shakespeariano y lo operístico, hasta una brillante resolución visual.